¿Hay algo que podamos hacer para prevenir la artrosis, o debemos simplemente resignarnos y esperar lo inevitable?
La artrosis se produce cuando el cartílago que rodea la articulación (que sería el tejido que amortigua las cargas a las que es sometida la articulación) empieza a deteriorarse.
Potencialmente, casi todas las articulaciones pueden verse afectadas en la artrosis pero las más frecuentes son la rodillas, caderas y pequeñas articulaciones de las manos.
Esta puede ocasionar dolor, rigidez, y limitación para la movilidad de la articulación afecta. Pero en otros casos puede también producir hinchazón y sensibilidad de la articulación. Es muy frecuente el motivo de consulta en la que nuestros pacientes nos hacen referencia a un crujido o al ruido como el de una bisagra oxidada cuando mueven sus articulaciones. Ahora bien, la severidad de estos síntomas puede variar de una persona a otra; y de una articulación a otra en una misma persona.
Ahora vamos a dejar una serie de recomendaciones que podemos adoptar en nuestro día a día y prevenir su desarrollo.
Mantener un peso adecuado.
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para la artrosis. Nuestros huesos están diseñados para soportar una determinada carga. Por ejemplo por cada medio kg de exceso de peso, nuestras rodillas soportan una carga adicional de 1-2 kg más. Por tanto, si una persona tuviera obesidad y perdiera 10kg de peso, ello implicaría un beneficio de 20-40kg menos de carga sobre las rodillas.
Mantener un buen tono muscular.
Los músculos, tendones y ligamentos además de permitir la movilidad de los huesos también los protegen. Por tanto, realizar ejercicio físico con regularidad, permitirá mantener un buen tono muscular favoreciendo una menor carga sobre la articulación.
Uno podría pensar que si no nos movemos, no sometemos a carga a nuestras articulaciones y por tanto podríamos evitar el desarrollo de la artrosis. Pues estaríamos muy equivocados, debido a que las articulaciones contienen el líquido sinovial como si fuera una especie de aceite, y cuando la articulación es sometida a carga, es comprimida, este líquido fluiría sobre las articulaciones lubricándolo y nutriéndolo.
Evitar los hábitos tóxicos.
El consumo moderado de alcohol se ha asociado con mayor severidad, inflamación y cambios radiográficos en la artrosis de manos. Qué cantidad se considera consumo moderado de alcohol: más de 1 bebida al día en mujeres y varones mayores de 65 años; y más de 2 bebidas al día en varones menores de 65 años.
De igual modo, el tabaco y el consumo de alcohol son factores de riesgo para otro tipo de daño como la osteonecrosis de cadera, y esta a su vez puede conllevar al desarrollo de una artrosis secundaria.
Mantener una buena hidratación.
El agua es el principal componente del cartílago. Evitar el consumo de refrescos o bebidas azucaradas, esto va de la mano con evitar el consumo de productos con alto contenido calórico que iría de la mano con la primera recomendación.
Priorizar una dieta saludable.
Algunos estudios han evidenciado que las personas que consumen mayor cantidad de fibra fueron aquellos que presentaron menores síntomas de artrosis de rodilla.
Higiene postural.
Es importante que para cualquier tipo de actividad procuremos no sobrecargar las articulaciones y evitemos permanecer en una misma postura por un tiempo prolongado. Por ejemplo, si trabajamos en una oficina sentados frente a un ordenador, procurar que la silla esté a una altura adecuada que permita una buena posición donde sus caderas y rodillas puedan adoptar una posición natural con los pies en contacto con el suelo, recomendable usar sillas con respaldo e intentar realizar pausas para poder estirarse y moverse.
Acudir al médico para una valoración.
Y en caso de que presentemos dolor, rigidez y/o tumefacción en alguna articulación sería recomendable que podamos acudir a nuestro médico para una valoración. Primero para diferenciarlo de otras enfermedades como la artritis, y segundo para confirmar el diagnóstico e iniciar un tratamiento cuando esté indicado.
NOTA: El autor de esta nota declara no tener conflictos de intereses al redactar y/o comentar este artículo.
*** La información proporcionada tiene el único fin de aportar educación a la población general. Para cualquier consulta personal en relación al diagnóstico y/o tratamiento de enfermedades, sírvase solicitar una cita con un médico especialista cualificado.
0 comentarios